EL SUEÑO QUE NO DEBEMOS OLVIDAR

Tengo varios temas en mente como comenté en el post anterior; sin embargo, cuando aún así no puedo plasmarlo en una hoja, escucho mi canción favorita para escribir, “billionare” de Bruno Mars.

¿Saben por qué es mi favorita? Porque a pesar de no haber identificado mi pasión desde niña, me recuerda que había algo que siempre quise: Subirme a un escenario enorme y estar rodeada de muchas personas. Claro, en ese tiempo –cuando tenía 6 años- creía que subiría a un escenario así para cantar, luego me di cuenta que el cantar no se me daba mucho que digamos jajaja.

Hoy sigo queriendo estar en un escenario y recorriendo el mundo, pero cambiando vidas, inspirado personas a ser mejores, sin olvidar que esto a su vez, me ayuda a cambiar mi propia vida dándole el mayor de los sentidos.

Cuando conocí la historia y trabajo de Tony Robbins, me vi reflejada, “así quiero ser yo”, dije. Quiero tener ESE PODER, lo que yo creo en realidad es un SUPER PODER, el de inspirar y sumar en la vida de más personas”.

¡Qué cosa más alucinante que poder ayudar a las personas a cumplir sus metas! Darles ese empujón que necesitan, decirles aquello que necesitaban, empoderarlos hasta el punto que se atrevan a hacer todo aquello que antes creían que no eran capaces, sea en uno o todos los ámbitos de su vida.   

¿Tú con qué soñabas cuando eras niño? Creo que todos teníamos algún sueño que decíamos o solo estaba en nuestra mente, ¿lo has olvidado? ¿O nunca lo perdiste ese sueño?

Cuando éramos niños, no sabíamos lo quera posible o no, yo ahora creo que nada es imposible si nos lo proponemos y lo queremos con el alma, pero de niños no sabemos la diferencia entre la posibilidad de ser cantante o volar como Gokú, es una nuestra etapa más rica y libre de paradigmas, sin contar las dificultades que hayas tenido de niño, siempre creemos que todo es posible. Los adultos deberíamos guardar un poco de esa creencia.

Recordar lo que soñábamos cuando éramos niños, nos puede llevar a ese punto que muchos buscamos: por dónde empezar, a qué dedicarnos, cual es el siguiente paso en nuestra vida. La respuesta está en nosotros, quizás en ese niño/a que creía que todo era posible y hoy, siendo conscientes de nuestros talentos, habilidades y realidad, podemos encontrar la respuesta.

Mirar hacia atrás está permitido si es para aprender de él, si es para recordar aquello que soñabas y sobre todo, recordar que hace unos años tu mente sabía que todo era posible.

¿Qué sueñas hoy? ¿Estás trabajando en ello? Solo cada uno es consciente de esto.

¡Un lunes feliz ovejas negritas!

Delia Choquehuanca.

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