EL PEOR ERROR DE UN CREATIVO

Después de varios meses de trabajar intensamente, el estrés llegó y los bloqueos mentales están a la vuelta de la esquina. Así que, más que nunca, es importante conocerme tan bien como para poder superar esos bloqueos mentales y estrés que quiera apoderarse de este ser.

Este post se llama el peor error de un creativo, pero ojo, considero que todos necesitamos cierto nivel de creatividad para realizar nuestro trabajo, unos más que otros, dependiendo a qué te dediques, así que este post puede aplicar a lo que sea que hagas.

Cada uno de nosotros es diferente, así que no es la fórmula de la creatividad, pero si logras conocer al menos algunas cosas que te generar tranquilidad, paz, te hacen feliz y te hacen salir del día a día, podrás revertir cualquier momento de estrés.

Para empezar, necesitas identificar en qué momento necesitas un break, este, sin duda, para mí es el peor error de un creativo, no saber identificar cuándo necesitas una pausa, porque tu rendimiento empieza a ser decreciente (#semesaliolaeconomistaquellevodentro). En vez de ser productivo con cada minuto que pasa, te estás estresando más y más.

Todos necesitamos un respiro de 5 minutos, almorzar haciendo algo diferente, dejando de lado al menos una hora el trabajo y despejar nuestra mente.

Un tip que me ayuda muchísimo es empezar cada día con una lista de tareas, a mí me gusta ordenar en post-it lo que tengo que hacer y cada tarea cumplida es un papelito menos, un logro más 💪🏽 A veces nos encanta iniciar por la tarea más difícil que tenemos del día, pero empezar por lo simple también tiene sus ventajas, pues vas desechando varias tareas sencillas y esto, te da la sensación de avanzar.

Recuerda, conocerte cada vez más es la clave, por eso, ahora puedes hacer una lista (#siamolaslistas) de lo que te haga sentir mejor, sea comida, actividades o similar. Cuando digo comida no me refiero a la ansiedad que te hace comer galletitas, gaseosas, justamente la idea es evitar esto que luego nos hace sentir peores y nos cansa. Puedes elegir una taza de café, de té, una bebida refrescante, nada que dañe tampoco tu salud, quizás hasta la pausa de realizarte un café pueda sumar. Sé consciente de aquello que te hace sentir mejor por más pequeño que sea, puede causar un gran cambio en ti.

Les voy a dar como ejemplo mi caso: A mí me encanta tomar tés o café y la pausa que me doy para preparármelo, me ayuda muchísimo. Otra actividad que compartimos en la oficina, a la hora de almuerzo, es ver una serie o algo que nos guste, por ejemplo, ahora estamos viendo La casa de papel jaja, un capítulo por día, todos juntos, nos sirve para pensar en algo totalmente diferente. Usualmente almorzamos 1pm, pero si el día está pesado, automáticamente alguien dice ¡adelantamos el almuerzo! Cada día identificamos mejor el momento de nuestras pausas.

En la oficina, tenemos un juego de dardos, es otra pausa válida, usa unos minutos para realizar algo diferente o que te guste y tengas cerca.

Muchas veces la pausa también puede ser dentro del trabajo, ¿cómo así? Por ejemplo, si yo estoy trabajando el contenido de una marca y estoy cero creatividad, puedo empezar a leer o ver videos relacionados a los temas de la marca para seguir inspirándome sobre el tema; o también, cambiar de tarea o marca, recuerda que la terquedad de seguir en lo mismo, no es tu mejor aliado.

¿Te diste cuenta que la clave en todo lo que leímos es conocerte un poquito más? Cada detalle, saber cuándo hacer una pausa, organizarte a tu manera, lo que te guste tomar o preparar, quizás hasta hacer un postre sencillo y sano pueda ser la pausa que necesitas.

Nada te ayudará más que conocerte y saber cómo funcionas, eres tu activo más valioso, cuídate y disfruta cada minuto siempre.

¡Espero que les sirva un poco lo que he ido aprendiendo en estos meses! ¡Es momento de empezar una gran semana ovejitas negras!

Delia Choquehuanca.

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