EL BRILLO QUE MERECES

Llevo varios días tratando de explicar mediante un post lo que me ocurrió el último fin de semana y la verdad es que no encontraba las palabras correctas.

Hace semanas se me estaba dificultando poder expresarlo, se me hace hasta “pesado” escribir y la verdad es que nunca me ha ocurrido de esta manera. Si bien he tenido bloqueos, pues este está siendo el más constante. Incluso, con la sinceridad que me caracteriza al escribir estos post, debo confesar que muchas veces he pasado más tiempo buscando excusas para que me disculpen por no escribir un lunes que buscando un tema para escribir.

Si bien he tenido presión del trabajo, el entrenamiento y demás cosas, la mayor razón es que en este momento de mi vida en que hago mil cosas que amo, por más que las ame, as responsabilidades han incrementado también. Entiendo que toda acción que me lleve a crecer incrementa las responsabilidades ¿y les soy sincera? Uno de mis mayores miedos siempre ha sido tomar más responsabilidades de las que puedo llevar.

Y fue así como este miedo se evidenció el último fin de semana en mi vida; teniendo la oportunidad de demostrar mi potencial, de lo que soy capaz, y no a otros, como muchas veces pensé, sino a mí misma. 

Quise abandonar todo y huir, literalmente, sin metáforas. Quise desaparecer y dejar esta responsabilidad que se me otorgó el fin de semana. Lloré, me frustré, quise irme, pero después de todo eso me hice una pregunta, ¿yo soy el tipo de persona que huye?

¿Quién elijo ser hoy? 

Esta segunda pregunta fue clave, pues elegí permitirme brillar, permitir que otros vean lo que soy, no por aplausos, sino porque no existe una razón en este mundo para dejar de mostrarnos tal cual somos, con nuestro brillo y también aquella oscuridad que quiere opacarnos de vez en cuando.

Si me permití ser la persona que se frustraba, me permití también ser aquella persona que voltea la frustración para inspirarse e inspirar.

Este fin de semana tuve dos opciones: huir o mostrarme que soy capaz de cumplir mi propósito de vida. Como muchos saben mi sueño es ser coach, pero hay una responsabilidad enorme que viene al lado de este sueño: honrar la confianza de cada persona, quizás una de las mayores responsabilidades para cualquier persona, pues la confianza es el regalo más bonito que te puede dar una persona en esta vida.

Y aquí estoy, contándoles que dolió como no tienen idea lidiar con mil ideas, con la frustración y con el qué dirán, pero feliz porque cuando haces algo de corazón SIEMPRE termina en VICTORIA y así fue:

Les presento a las ovejas negras que me ayudaron tanto este fin de semana, que tan solo el hecho de pensar en ellos y en mí me daba la fuerza suficiente para seguir el camino…

¡El brillo eres tú, el brillo está contigo todo el tiempo, el brillo YA te lo mereces, deja de querer opacarte!

Olvida aquella puta frase "es muy bonito para ser verdad" PORQUE LA VIDA SÍ PUEDE SER TAN BONITA TANTO COMO TÚ QUIERAS.

 

Delia Choquehuanca.

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