¡Piérdete!

Creo que había retrasado este momento incluso hasta por miedo, ¿a cuál me refiero? A escribir.
Había pensado 40 mil formas de empezar este nuevo post, había anotado más ideas que nunca, todas se quedaban en una nota, no llegaban a un post o peor, simplemente no pasaba de mi mente.


Dejé de escribir tanto tiempo que incluso me daba miedo volver. Pero uno siempre vuelve donde fue feliz, ¿no? Y este es el mío, una computadora, mi café y escribir. 

Como les decía, tenía muchos temas en mente para este post, pero definitivamente el que hay que escribir, ¡ES EL QUE HAY QUE ESCRIBIR! Y hoy era el día elegido.
Han sido meses difíciles, con muchos baches en diferentes ámbitos de mi vida. Ha pasado tanto desde junio que no escribo que era un poco difícil saber por dónde empezar o qué contar. Había olvidado la sencillez con la que podía escribir un post cada lunes, incluso lo terapeútico que era para mí escribir, así que agárrense porque harta terapia necesito jajaja.

Dudé de lo que estaba haciendo día a día, he dudado mucho estos últimos meses y es que uno puede dudar de lo que sea, pero algo que entendí en estos meses, es a no dudar de lo que soy capaz. Tengo que confesar que llegué a sentirme incapaz incluso de lo que antes me sentía muy capaz en diferentes ámbitos de mi vida. Dejé de hacer lo que tanto me gusta: escribir. Dejé de crear mi lugar y momento feliz. Me perdí. Y ahora, estoy nuevamente en el punto de partida, perdonándome, sin juzgarme y apapachándome.

Quienes me conocen en persona o a través de este blog, saben que he trabajado en oficina poco tiempo y que empecé a emprender desde hace un buen tiempo y que si bien, no tenía los conocimientos suficientes ni sabía el camino que me esperaba, me lanzaba como sea a todo.
Creo que esos momentos que algunos te cuentan que son difíciles al momento de emprender, llegaron. Estos meses ha habido cambios y he tomado decisiones que no sabía que costaban tanto. 
Cosas que no sabía que tenía que manejar, momentos, personas, de todo. Pero hoy, hoy pasó algo extraordinario. Hoy sentí que tantos baches y tanto estrés estaban valiendo la pena. Sentí que por fin estaba dando frutos todo lo que he pasado estos meses. Esa felicidad, ese sentimiento de gratitud que, para ser sincera, no sentía hace mucho, volvió a mí.

Me perdí, pero aquí estoy, antes no quise darme un break para escribir porque sentía que estaba mal, me autojuzgaba, pero la verdad, sabía que volvería cuando lo sienta y sí, aquí estoy. También tenemos derecho a darnos espacio, de lugares, personas, actividades.

 Tienes derecho a hacer lo que sientes.

Tienes derecho a equivocarte, a cagarla, a recontracagarla si quieres (procurando no dañar a otros) y la verdad es que a veces nos negamos los derechos que tenemos, nos juzgamos tanto que cuando queremos volver a nuestro lugar feliz, ni siquiera nos permitimos eso y seguimos perdidos. Pero está bien perderse, ¿sabes? Es necesario.

Quizás tu lugar feliz ahora sea mejor, ahora sea más brillante e incluya más personas. Al final de cada día llénate de la valentía suficiente para regresar a ese lugar feliz y disfrutarlo tanto como puedas.

Piérdete, pero prométete una cosa antes, que solo te perderás con el objetivo de volver a encontrarte, encontrar una versión mejor y más fuerte que antes

Delia Choquehuanca.

Facebook: The blackie sheep
Instagram: @theblackiesheep


Comentarios

Entradas más populares de este blog

"SI CREES QUE TE LO MERECES, EL UNIVERSO TE OBEDECE"

¿QUÉ SIGNIFICA "SER REAL"?

ESCÓGETE A TI

Vistas a la página totales