MIRA A TU ALREDEDOR

Hace exactamente dos meses que no publico un post aquí en la web. Había estado escribiendo un poco para Instagram y Facebook.

Hoy solo decidí sentarme frente a la computadora -con un café al lado por supuesto- a escribir lo que sienta.

…

No tenía previsto escribir esto, pero detuve mi escritura un momento porque vi entrar a Starbucks (donde estoy sentada escribiendo) a un niño que vende dulces y, claro, el de seguridad lo detuvo en la puerta, porque ellos no pueden ingresar a vender sus dulces o lo que vendan aquí. Sin embargo, el niño le mostró una promoción que quería comprar, así que el de seguridad lo miró y lo dejó entrar.

Me quedé observando al niño en todo momento, porque si bien es “molesto” que alguien entre a venderte cosas, es un niño, que si no las vende probablemente no coma, no pueda llegar a casa y un sinfín de cosas. Lo seguí con mi mirada hasta que llegó a la caja y parecía que todo iba bien, notaba que él contaba algunas monedas y la chica que lo atendía lo miraba y esperaba para colocar el nombre en el vaso y claro, cobrarle. Finalmente pasó lo que estaba sospechando que podía pasar, no le alcanzaba para comprar las bebidas de la promoción del afiche que tenía.

Me paré y fui con mi taza de café a preguntarle si había comprado sus bebidas y me dijo que no, porque no le alcanzaba, le pregunté cuánto le faltaba y me dijo 3 soles (en realidad le faltaba un poco más). 

“Yo pongo lo que te falta” – le dije. Me dijo inmediatamente: “Ya”. Tenía 6 soles en el bolsillo y le dije que los ponía y solo él ponga lo que faltaba.

“Si quieres te doy la otra bebida” me dijo, pues la promoción era 2x1, pero le dije que no era necesario, que las dos eran para él.

Pedí agua caliente para mi café y la chica me dijo si quieres le hecho otro poco de café porque si no estará muy aguado, le dije que sí, gracias. El niño dijo, cuidado que ahora no puedas dormir jaja, me reí y le dije: “¡Uy no busca madera y tócala! Los 3 nos reímos, le dije gracias y me fui a sentar.  

Inmediatamente volteé con el corazón feliz, este tipo de cosas siempre las he hecho, creo, incluso cuando era niña y pasaban este tipo de episodios con mis papás, les pedía que hagan algo al respecto, a veces insistía tanto que ellos no tenían de otra más que hacer algo jaja.

Creo que esta pequeñita historia ha hecho que mi existencia hoy, valga la pena. Creo que el poder de mirar más allá de lo que pasaba en mi metro cuadrado de espacio, vale la pena. Así de grande siento este tipo de momentos en mi vida. Quizás exagere, no lo sé.

 Pero es ahora donde asocio los sentimientos de este momento a uno de los más grandes deseos que tengo, adoptar. No soporto ver niños trabajando, muchos de ellos sin papás, sin familia, sin nadie que pueda permitirles vivir una infancia llena de risas y despreocupaciones. Se me sigue rompiendo el corazón cada vez que veo esto, papá y mamá, a pesar de todo me hicieron disfrutar tanto mi niñez que es el único deseo que tengo para más niños. Creo que gracias a, por lo menos, los primeros 9 años de mi vida es quién soy ahora.

¿Se imaginan permitirles a más niños vivir una infancia tranquila, despreocupada, como creo que todos se lo merecen, sin distinción? 

Por qué no hacer lo que acabo de hacer, pero mucho más grande, y no me refiero a dinero, me refiero a mirar a nuestro alrededor, darnos cuenta de lo que ocurre, sacar sonrisas, dar oportunidades. Crear algo que impacte tanto que cada vez existan menos niños en estas situaciones. Puede parecer una utopía, lo tengo muy claro. Sin embargo, les digo algo, la mitad de mis ideas siempre lo han sido jaja y puedo decir que muchas cosas que imaginaba de la misma manera hace 5 años hoy son realidad. 

"Todo parece imposible hasta que lo haces"

Cuántas veces somos ciegos ante lo que nosotros mismos somos, a nuestra esencia, a nuestro poder.

Hoy, mirar a mi alrededor y dejar de mirar solo mi metro cuadrado me permitió darme cuenta de qué es lo próximo para mí. Gracias a ti que quizás no leerás esto. Hoy te despediste con "gracias señorita", espero volver a encontrar para esta vez darte yo las gracias por lo que acabas de crear.

Delia Choquehuanca.

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