"UN DÍA MENOS"
“Vive cada día como si fuera el
último día de tu vida, porque uno de esos días, lo será”
Qué tan cliché
permitimos que se nos vuelva esta filosofía, porque esto es más que una frase
que solemos escuchar una y otra vez, de la cual algunas veces, en realidad, ni siquiera
escuchamos, solo oímos sin prestar más atención, sin darnos cuenta de lo que
realmente trata de decirnos.
Cuando tenía 19 años creí haber
aprendido lo que significaba esta “filosofía de vida”- porque hoy considero que
lo es y, es parte de mi vida.
Cali, era el único hermano con el
que tuve la oportunidad de vivir, pues, tengo 4 medios hermanos, pero solo con
Cali viví algunos años de pequeña, tuve la fortuna de vivir ciertas
experiencias con él y sentir más de cerca lo que era tener un hermano mayor.
Cali, tenía 14 años más que yo, a
los 27 años aproximadamente se desató en él una enfermedad que en ese tiempo no
conocíamos muy bien y los doctores pues, no sabían exactamente qué es lo que
tenía. Los años pasaron y no solo él, sino todos aprendimos a vivir con aquella
enfermedad que cada vez le permitía hacer menos cosas, incluso comer solo.
Siempre iba a visitarlo y a veces
renegaba porque no podíamos hacer nada más que estar en casa, era muy complicado
salir con él en su situación. La verdad es que no era consciente de que él
podía ya no estar con nosotros en cualquier momento. Y así fue, un 21 de junio de 2012 entendí que
la vida no era un día más, sino un día menos, fue ese tipo de aprendizaje como
quien dice “a la mala”. Prometí no dejar pasar un solo día con los que amaba,
pero ¿saben qué? La vida se dio cuenta que no había aprendido y me volvió a
enseñar lo mismo, para que aprenda, pero esta vez, con mi mejor amigo. Una
partida para la que ni consciente ni inconscientemente estuve preparada.
Fito, se fue un 16 de marzo y me
enseñó lo que nadie me enseñó, a vivir y entender que hoy, realmente puede ser
nuestro último día y nosotros engañándonos con el típico “después lo llamo”,
“después lo visito”, “después le digo que lo quiero”.
Mi mejor amigo terminó de
enseñarme la lección que hoy me hace entender más clara esta vida, ¿necesario?
Sí, las veces que sea necesario, la vida te enseñará, una y otra vez, lo que
tienes que aprender.
La verdad es que este post estaba preparado para publicarlo el lunes pasado y por algún motivo no lo hice. Quizás porque tenía que esperar un lunes 13 de agosto, como hoy, para que este post llegue hasta donde esté mi hermano y decirle ¡Feliz cumpleaños Cali! Te juro, que cada día aprendo la lección que me dejaron tú y Fito y no la voy a olvidar nunca más.
La verdad es que este post estaba preparado para publicarlo el lunes pasado y por algún motivo no lo hice. Quizás porque tenía que esperar un lunes 13 de agosto, como hoy, para que este post llegue hasta donde esté mi hermano y decirle ¡Feliz cumpleaños Cali! Te juro, que cada día aprendo la lección que me dejaron tú y Fito y no la voy a olvidar nunca más.
Mi único objetivo al compartirles estas historias tan personales es que no comentan los mismos errores que yo hice, que la vida no necesite enseñarles con personas las lecciones más fuertes de la vida.
Un abrazo de corazón a cada uno de ustedes y otros dos hasta el cielo para mis hermanos 💗
Delia Choquehuanca.
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